Resonancia Magnética Cerebral
¿En qué consiste la RMN de cabeza?
Gracias al uso de un poderoso campo magnético, las ondas de radio (pulsos de radiofrecuencia) y una computadora que produce las imágenes, obtenemos una visión detallada de la estructura craneal y del cerebro. Este tipo de examen no es invasivo, por lo que se recomienda por su efectividad y detalle de producción de imágenes del organismo.
¿Qué podemos detectar en una resonancia magnética cerebral?
Gracias a esta resonancia enfocada a la zona cerebral, se puede vigilar y diagnosticar muchas enfermedades y/o anomalías que afecten a dicho órgano, a fin de tratarlas o anticiparse a su aparición. Por ejemplo, se pueden detectar anomalías congénitas, sangrado en el cerebro (subaracnoidea o intracraneal), aneurismas, anormalidades de desarrollo, hidrocefalias, tumores cerebrales, infecciones, etc.
La buena calidad de las imágenes generadas dependerá de la capacidad de permanecer completamente inmóvil del paciente. Es entendible que se pueda sentir ansiedad o nerviosismo, o incluso si la dolencia que se padece genera mucho dolor, puede que cueste mantenerse quieto y concentrado. Se ha de hacer un esfuerzo por permanecer lo más inmóvil posible.
Otros elementos que alteran la calidad de las imágenes son los objetos metálicos, tales como anillos, sortijas, pulseras, pendientes, llaves y llaveros, etc. Es por ello que se deben retirar estos objetos y generalmente el paciente se desviste.
Las resonancias magnéticas prácticamente no presentan riesgos para el paciente estándar siempre y cuando se cumplan las instrucciones indicadas por el técnico encargado.
Si es el caso de que se use sedación, puede haber el riesgo de no haber administrado la dosis correcta, y haber complicaciones en el caso de administrar de más o de menos.
Algunos contrastes pueden dar reacción alérgica a ciertos pacientes, aunque no es muy común. Esta reacción desaparecerá de forma progresiva durante las próximas horas hasta los próximos días.
¿Cómo funciona?
El paciente se acostará sobre la camilla, la cual se deslizará dentro del escáner grande y alargado, similar a un túnel. Deberá permanecer lo más quieta posible que pueda, de esta forma se obtendrán mejores y más precisos resultados.
Durante la resonancia magnética, la persona que opera la máquina vigilará el proceso desde otro cuarto. Se mantiene la comunicación en todo momento para cualquier duda o necesidad que pueda presentar el paciente. En general, la prueba tiene una media de duración de entre unos 30 a 60 minutos.
Condiciones
- El paciente se quitará la ropa (menos la ropa interior) y se le proporcionará una bata o vestimenta para cubrirse.
- El paciente deberá retirarse cualquier joya o elemento metálico, como por ejemplo pendientes, pulseras o anillos, antes de entrar al escáner. De esta forma evitamos fallos en los resultados de la prueba. Los objetos personales, junto con la ropa, serán devueltos tan pronto finalice la prueba.
- Tras la finalización de la prueba, un radiólogo especializado interpretará las imágenes radiológicas y enviará un informe a su médico, quien compartirá los resultados con usted y concretará el diagnóstico.