A pesar de que no es una lesión muy común entre las personas, la pubalgia suele crear mucho dolor en distintas zonas musculares. Por ello, es importante conocerla a profundidad y saber cuáles son sus causas y su tratamiento. ¡Lee hasta el final!
Lo primero que debes saber es que, muchas personas la relacionan como una lesión de deportistas. Pero, la realidad es que, le puede suceder a una persona del común si no realiza los calentamientos necesarios antes de iniciar una actividad física. Tanto así, que puede llegar a incapacitarte cotidianamente hablando.
¿Qué es la pubalgia?
Básicamente, es un dolor que se produce debido al deterioro de los ligamentos en la zona púbica conforme a un esfuerzo constante de la persona. Suele estar más enfocada en hombres que en mujeres.
Diagnóstico por imagenes
Con la historia clínica y la exploración se puede diagnosticar la pubalgia, pero en todos los casos es aconsejable complementar con pruebas de imagen para evaluar la inflamación con una ecografía y una resonancia magnética.
Clasificación de la pubalgia
Tal como hemos dicho anteriormente, la pubalgia puede afectar diferentes zonas musculares. Por ello, cuenta con su propia clasificación. Estos son:
- Pubalgia alta: Suele ocurrir cuando solo se inflaman los músculos del abdomen.
- Pubalgia baja: Ocurre en los aductores, soliendo afectar directamente al aductor mediano.
- Pubalgia mixta: Es una simple conexión entre las anteriormente mencionadas.
Síntomas de la pubalgia
El síntoma más relevante de la pubalgia es el dolor. Al principio, puede ser intermitente o continuo, pero de forma suave. Además, puede aparecer después de un simple entrenamiento o un mal calentamiento. Pero, luego, el dolor se va intensificando y dicho dolor se va irradiando hacia el músculo. Por lo tanto, termina afectando al máximo la calidad de vida de la persona, ya que comienza a doler incluso; cuando se está en reposo. Lo cual, impide cruzar las piernas o sentirse estable y sin dolor al caminar.
Causas de la pubalgia
A pesar de no tener síntomas muy relevantes, la pubalgia si tiene unas causas a considerar entre los atletas. Todo debido a que, dicha lesión puede ocurrir por lo siguiente:
- Sobrecarga muscular: Al realizar un esfuerzo por movimientos continuos utilizando tu máxima capacidad.
- Movimientos forzados: Si realizas un cambio de dirección o una parada corta con arrancadas pronunciadas.
- Excesos: El exceso de una curvatura de la columna vertebral o el exceso de tono muscular podrían ser perjudiciales para el atleta.
- Falta de musculatura: A pesar de que los excesos suelen ser perjudiciales, la falta de musculatura también podría serlo. Esto debido a que, si no se cuenta con buena musculatura abdominal, la zona del pubis podría verse afectada.
- Edad: Aunque sucede mucho en jóvenes, la realidad es que si tienes más de 30 años y prácticas deportes de alta intensidad, estás más propenso a sufrir la pubalgia.
Tratamiento de la pubalgia
La pubalgia suele ser una lesión que causa un dolor bastante fuerte. Pero, a pesar de eso, tiene un reposo muy simple. Se debe recurrir al reposo absoluto y a tomar analgésicos para el dolor y la inflamación. También se puede recurrir a algunas fisioterapias con masajes de rehabilitación.
Debes tener muy en cuenta que, para recuperarte completamente de la pubalgia, vas a necesitar entre 30 y 500 días (dependiendo de qué tan grave haya sido tu lesión). Pero, después de 60 días, puedes optar por caminar o realizar terapias de electroestimulación.
DATOS A TENER EN CUENTA:
- Puedes intentar dosificar las cargas de trabajo para no tener tantas probabilidades de tener pubalgia.
- Trabaja los abdominales con trabajo isométrico.
- No te esfuerces, descansa cuando el cuerpo te lo pida.
- Realiza ejercicios de musculación de 1 a 3 días a la semana para tener el abdomen más fuerte y no estar tan propenso a sufrir dicho dolor en la ingle.
Para finalizar, solo debemos recomendarte que visites un especialista en caso de que tu dolor de pubalgia no cese. Se te practicarán los exámenes/análisis necesarios para determinar si existe alguna otra causa posible para el dolor.