La mastitis, también conocida como infección mamaria, es una infección del tejido mamario. Es causada por bacterias que generalmente ingresan al seno a través de pequeñas grietas en el pezón y luego se multiplican en el tejido adiposo del seno.
Causas de la mastitis
La mastitis puede ocurrir cuando las bacterias que se encuentran comúnmente en la superficie del seno ingresan al pezón a través de pequeñas grietas. Luego, las bacterias se multiplican en el tejido adiposo del seno que rodea los conductos lácteos (a través de los cuales fluye la leche), causando hinchazón, calor o dolor. La hinchazón puede ejercer presión sobre los conductos lácteos y bloquearlos.
Es una dolencia que suele manifestarse con más regularidad en mujeres lactantes o que están amamantando. Sin embargo, también puede evidenciarse en mujeres no lactantes, en ocasiones, producto de una bacteria conocida como Staphylococcus aureus.
La infección también puede ocurrir después de que la leche bloquea uno de los muchos conductos de leche en el seno, atrapando bacterias en el tejido mamario. De esta manera, es probable que la obstrucción de un conducto de leche también cause una infección mamaria.
En los casos de mastitis que se producen fuera del embarazo o la lactancia, la proliferación bacteriana en la mama también puede estar provocada por un aumento de prolactina (sin saber por qué) o por:
- Diabetes mellitus
- Sífilis
- Tuberculosis
- Trauma: golpe recibido en el pecho.
Síntomas y Complicaciones
Las mujeres que han contraído mastitis pueden experimentar dolor en los senos y fiebre o malestar general. El dolor es ocasionado por la inflamación del tejido mamario. Otros síntomas incluyen:
- Sensibilidad, enrojecimiento, hinchazón o sensibilidad en los senos
- Picazón
- Una secreción de líquido o pus del pezón
- Constantes cambios sensitivos en el seno
- Temperatura
- Ganglios linfáticos inflamados en el mismo lado que el seno afectado
- Un bulto en el pecho.
Las infecciones grandes pero raras pueden progresar a quistes llenos de pus dentro del tejido mamario; estos se llaman abscesos. En tales casos, puede ser necesario que una mujer deje de amamantar temporalmente a su bebé e incluso se someta a una cirugía.
¿A quién afecta la mastitis? ¿Tiene factores de riesgo?
La mastitis de lactancia está presente en 10 a 30% de las mujeres que amamantan, con mayor o menor gravedad, según la Organización Mundial de la Salud. Por lo general, esta inflamación tiende a desaparecer entre uno o dos días posteriores a la misma.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que esta estadística solo es válida en países industrializados: en regiones remotas y poblaciones tradicionales, la prevalencia de mastitis es inferior al 3%. En estos países, las mujeres tienden a amamantar a sus bebés más a demanda (¡cada hora, si es necesario!). Por lo tanto, algunos estudios tienden a demostrar que la inflamación de los senos se debe en gran parte a una «mala» forma de amamantar.
Diagnóstico
Para determinar si tiene mastitis, su médico realizará un examen físico y le hará algunas preguntas sobre sus síntomas. Las pruebas generalmente no son necesarias en mujeres que amamantan.
Sin embargo, si no estás amamantando, tu médico puede ordenar ciertas pruebas para comprender mejor tu condición. Estos podrían incluir una mamografía o una biopsia (extracción de una muestra de tejido).
¿Cuáles son los riesgos de complicaciones?
La mastitis suele ser leve y se resuelve por sí sola en unos pocos días. A veces, sin embargo, la infección es más grave y requiere una intervención médica destinada a drenar el pus presente en un absceso. En algunos casos, la cirugía es necesaria.
Sucede que la mastitis de repetición no provocada por la lactancia es provocada por la presencia de un tumor canceroso.
¿Qué ocurre cuando una madre no amamanta?
Cuando una madre no amamanta a su bebe, tiende a tener complicaciones graves, sobre todo, en el área de los senos. Esto se debe al almacenamiento de líquidos en los mismos que, por lo general, tiende a ser excesivo. En pocas palabras, cuando esta acumulación de leche es duradera, provoca infecciones que terminan en mastitis.
Tratamiento y Prevención
Las mujeres lactantes con mastitis deben:
- Descansar mucho.
- Colocar compresas de agua tibia varias veces al día.
- Amamantar al bebé con frecuencia y usar diferentes posiciones para amamantar para ayudar a abrir el conducto de leche bloqueado.
Los antibióticos también se pueden usar para tratar la mastitis cuando los síntomas duran más de 24 horas a pesar del descanso, el calor y la lactancia frecuente. Si te recetan un tratamiento a base de antibióticos, debes asegurarte de cumplirlo a cabalidad para evitar que la infección sea prolongada. Siempre toma el medicamento según las indicaciones de tu médico.
Por lo general, se alienta a las madres que amamantan a que continúen amamantando a su bebé mientras reciben tratamiento para la mastitis. La lactancia materna puede ayudar a abrir los conductos lácteos que están bloqueados, lo que reducirá la acumulación de leche y ayudará al bebé a mantener buenas técnicas de lactancia. En general, las madres no tienen que preocuparse por dañar a sus bebés, ya que los antibióticos que se usan para tratar estas infecciones suelen ser seguros para la lactancia.
Muchas madres con mastitis se preocupan por transmitir la infección a sus bebés. Es importante comprender que la leche materna contiene varios componentes antibacterianos que protegen al bebé de infecciones.
Es posible prevenir futuras infecciones mamarias. Trata de usar un sostén que le quede bien, amamante a tu bebé con frecuencia para evitar el bloqueo de los conductos lácteos, evita cargar objetos pesados sobre sus hombros (por ejemplo, bolso, bolsas de pañales, etc.) y usa varias posiciones diferentes mientras amamanta para facilitar el drenaje de diferentes áreas del seno.
Por lo general, la mastitis que no es causada por la lactancia no se puede prevenir. Con respecto a la mastitis puerperal, ciertas medidas pueden reducir su incidencia:
- Amamanta con frecuencia.
- Asegúrate de tener una buena posición mientras amamanta.
- Cambia de posición con frecuencia mientras amamanta.
- Trata las grietas pequeñas tan pronto como aparezcan.
- Asegúrate de vaciar bien los senos después de cada toma (drene manualmente o con un extractor de leche, si es necesario).
Facultativo especialista en Radiología Neurológica. Especializado en Resonancias Magnéticas de cabeza, Ecografías de mama y Mamografías.
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Literaria de Valencia, Facultad de Medicina. Miembro de las Sociedades Científicas y del S.E.R.A.M. (Sociedad Española de Radiología Médica).